Para mi los carnavales eran tener que huir de los que tiran globos llenos de agua a los transeúntes, cerrar las ventanas de los carros, evitar de todas las formas posibles que me manden a comprar a la tienda y olvidarme de domingos excepto para ir a la playas.
Para mi febrero es estar bronceadaza, de vacaciones celebrando los carnavales, planeando los largos días de playas, comiendo cada domingo cebiche en familia.
Recuerdo que cuando era pequeña si que jugaba en carnavales, yo iba a visitar a Cristina a su casa como cada día y nos poníamos a llenar cantidades industriales de globitos, los poníamos en baldes llenos de agua para que no se reventasen por el sol, entonces desde su balcón empezábamos a tirar globos a todo aquel que pasaba y nos escondíamos. El problema llegaba cuando anochecía y yo tenía que regresar a mi casa, no tenía el valor de irme sola y la mamá de Cristina me acompañaba o venía mi abuelito a recogerme.

Hoy en día los carnavales para mi son intentar que no se me rompa el paraguas por el viento, pensar en un disfraz ingenioso para ir a Sitges con mis amigos, aquí el carnaval es sólo un día, no sé cual pero sé que sólo es uno, no se celebra todo el mes y menos aún cada domingo. Aquí se pasa frío y has de intentar que la lluvia no destroce tu peluca ni maquillaje.
Aunque es diferente y tampoco está del todo mal, yo preferiría estar ahora con insolación, con la cara y la espalda quemada como un camarón y gritando porque alguno me tiró un globo de agua.
No sé si para ustedes pero para mi eso es un carnaval.

1 comentarios:
No me mojes!!!
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