Anoche me enteré que había muerto Arturo "El zambo" Cavero y a pesar de que estoy enferma y he estado todo el día en cama, no podía dejar de escribir sobre él. Apenas me enteré salí a la sala a contárselo a mi familia, la noticia los conmovió y ésta mañana hemos escuchado sus canciones y todas las noticias sobre él.
Sé que siempre se dicen cosas buenas de la gente que ha muerto pero es que éste hombre ha sido un ícono de la peruanidad, sé también que casi nunca se les valora sino hasta que se han ido pero éste ilustre peruano -que en 1 987 fue laureado por la OEA como patrimonio cultural del Perú y América- que ha interpretado las más emblemáticas canciones del criollismo peruano, nos dejó siendo muy querido y respetado por el pueblo peruano.
Sus canciones describen el amor que él sentía por el Perú, por eso se han convertido en himnos. Yo que he crecido escuchando música criolla, cada vez que las escucho se me estremece el corazón sobre todo desde que estoy fuera del país.
Recuerdo con gran cariño la canción Mi Comadre Cocoliche porque fue la primera canción con la que me enseñaron a bailar festejo, otra que hace que mi corazón palpite más rápido y que los ojos se me llenen de lágrimas es Contigo Perú, en especial la parte que dice: A triunfar peruanos que somos hermanos, que sea la victoria nuestra gran gratitud, yo si puedo darte mi vida y si yo muriera tendría la dicha de unirme en la tierra contigo, contigo Perú.
Podría mencionar cada canción que él interpretaba pero todos los peruanos las conocemos y éste post lo empecé porque quería mostrar mi dolor ante su pérdida pero como él decía: que siga la jarana.
Esta mañana escuché aquella canción inédita Mis cenizas: El día que yo muera quiero que me entierran donde entierran a los hombres de esta tierra [...] Y en el banco de la arena aún mis pasos estarán.
¡Ay negrito! no has dejado pero ahora podrás cantar: Y es que Dios a la gloria le cambió de nombre y le puso Perú. Porque tú también te llamas Perú, tú que con la sangre y el alma has dejado tan alto nuestro pabellón, gracias por esos sentimientos, por esas palabras, por tanta peruanidad, por enseñarnos a querer a nuestra patria.
No ha muerto un hombre ha nacido un mito y ese es nuestro zambito. Gordito me voy a seguir escuchando Rebeca, espero que puedas seguir moviendo tu cucú cada domingo a las 12.
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