Quería continuar presentándome, porque también tengo aspectos buenos (creo) pero hoy el día no acompaña. Porque entre la lluvía y el frío que han llegado de golpe, que me recuerdan que las vacaciones ya se han marchado, y que la universidad está hecha un caos por el cambio de licenciatura a grado. El famoso Plan Bologna.
He estado horas intentando hacer un horario que cuadre y no pude y tuve que pedir ayuda con urgencia, menos mal que tengo a una persona que siempre acude en mi ayuda, es mi Chapulín Colorado, porque siempre cuento con su astucia.
Para hablar de él hay que retroceder unos 7 años, nos conocimos de casualidad y desde entonces nuestras vidas caminan cogidas de la mano. Aunque a veces uno quiero ir al norte y el otro al sur, terminamos yendo juntos al este o al oste.
Cuando lo conocí me pareció un niño bastante extraño, era de un mundo tan diferente al mío que la curiosidad pudo conmigo y no podía dejar de hablar con él.
Recuerdo nuestras largas conversaciones telefónicas cuando teníamos 15 años, cuando pasábamos de las llamadas al chat y del chat a las llamadas sin parar, no recuerdo de que hablábamos, sólo recuerdo que nos divertiamos mucho.
Nos encontrábamos a las 4 de la tarde y derrepente y sin darnos cuenta ya eran las 11 de la noche, las horas a su lado volaban y me asombra que aún ahora nos pase lo mismo.
Éste es el Chapulín Colorado cachetón que día trás día y a pesar del tiempo sigue a mi lado, que soporta mis cambios de humor y que apoya mis ideas.
Él que por darme gusto y a pesar de estar hambriento pide una pizza hawaiana, esas que llevan piña, a pesar de su odio profundo por éste tipo de pizza.
Quisiera contarles más anécdotas pero lo haré de a pocos porque tanta miel puede empalagar.
2 comentarios:
Aclaracion: Yo tenia 15 y tu 16.
Ay Jos, ya podias decirle algo más profundo.. Que te ha dedicado un post!!!! No lo estropees :P
Publicar un comentario