VACACIONES EN BARCELONA

Éstas vacaciones me quede en Barcelona, ya casi había olvidado lo que era ir a tumbarse a la playa y broncearme "vuelta y vuelta". Esas playas que no tienen olas y en las que puedo hacerme la "muertita" sin problemas.

He dormido como sólo yo lo sé hacer, a tal punto que mi hermanita a ido corriendo donde mi madre preocupada porque piensa que me he muerto.

He visto temporadas enteras de mis series favoritas y me he hecho fan de otras tantas.

La playa de noche se ha convertido en un lugar de encuentro con una amiga (polaca) y un amigo (peruano) una vez a la semana, donde hablamos, escuchamos música, cenamos y hasta hablamos en catalán. Al final nos acompañaba una amiga (catalana) y nos animamos a meternos a bañar. El agua de noche esta deliciosa, se lo recomiendo a todos.

Mi madre ha cocinado como nunca aunque cuando hemos podido nos hemos escapado a restaurantes peruanos a comer el infaltable cebiche, el rico pollo a la brasa o el añorado anticucho.

En las fiestas de Gràcia he escuchado buena música, he tenido cenas con buenos amigos, he ido al zoo a derretirme mientrás hacía fotos, ví el espectáculo de los delfines y le di de comer a las llamas, he ido de "rebajas" demasiadas veces para mi alicaída cuenta bancaria.

Estas vacaciones han dado mucho de si, y creo que necesitaba algo de sol. Porque los últimos tres veranos antes de éste los he pasado en Lima, donde están en pleno invierno, pero esa es otra historía. Una larga y preciosa historia.