Sé que tengo muy mal carácter, lo reconozco. Me enojo con gran facilidad y aunque intento cambiar, me cuesta. No por nada me dicen “bruja” y es que en ciertas ocasiones puedo llegar a serlo.
A pesar de eso hay mucha gente que me quiere y por las cuales yo haría verdaderas barbaridades.
Tengo metas y prioridades por las que lucho día tras día. Soy ambiciosa (en el mejor sentido), cabezona y defiendo mis posturas con vehemencia. No me gusta perder e intento conseguir todo lo que me propongo.
También soy excesivamente sarcástica, tengo un sentido del humor que no muchos entienden (ni comparten), pero en general soy graciosa, claro que a mi manera.
Suelo ser muy directa al hablar, digo las cosas tal como las pienso, pero he aprendido que no siempre es del todo bueno, así que ahora intento pensar mejor las palabras que usaré para no incomodar.
No tengo paciencia, siempre quiero todo para ayer y suelo sacar de quicio a los de mí alrededor. Aunque esto no necesariamente es un defecto muchas veces he tenido problemas por ello por lo cual no es algo de lo que me enorgullezca.
Yo misma después de releer lo escrito me sorprendo de cómo soy, pero quería empezar siendo sincera.
Tampoco diré que soy mala malísima porque tampoco es verdad, soy un poco bruja pero sólo lo justo y necesario. También tengo mis cosas buenas, de esas ya les iré contando porque para escribir sobre ellas ya tengo que pensar un poquito más.
Esta soy yo ¿y tú cómo eres?
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